Como dice el dicho: "...". ¡Que mal pedo!, no recordé ningún dicho que describa cómo me siento. Esta última semana ha sido de altibajos desenfrenados. Empezé la semana en coto mortal, de pronto y súbitamente se terminó toda la vorágine que tanto me entretiene y acaba a la vez: ¡el cototototote!.
La buena noticia de todo esto es que por fín empezaré mi servicio social, razón por la cual no me he podido titular, Damn it!. Lo realizaré en el canal 22 de conaculta, en el programa de: "La dichosa palabra". Costó unas cuantas gotas de sudor porque anda un poco demandada la entrada a este canal cultural. Lo anterior me tiene muy contento, sólo faltan algunos detalles burocráticos y si todo marcha bien, en un par de semanas estaré por aquellos lares workiandole machine head.

"In the other hand"; o sea: por otra parte, el lunes pasado me pegó un dolor de cachete impresionante. Más tarde me enteré, gracias a la ayuda de una amiga que es dentista, que se trataba de una fuckin´ muela inflamada. Parecía yo, amigos míos, Kiko comiendo pinole con el cachete derecho. Gilda, mi amiga la dentista, me ayudó a desinflamar con algunas drogas la multicitada muela asquerosa; sin embargo tomó tiempo, el dolor fue decreciendo hasta que totalmente desapareció el día de ayer en la tarde.

Gracias a la condición arriba expuesta, mis días bajastreetcianos no estuvieron en su mejor nivel. El Jue(hoy no)bebes, casi no podía abrir la boca y hasta le hablé al buen Salvador para ver si, en caso de que mi boca se declarase en huelga, él me pudiera cubrir la noche. No fué necesario; pero es frustrante cantar con los labios casi pegados, te agotas más, necesitas mas aire, suenas gangoso, casi no le puedes hablar al público. ¡En fin!, un total y absoluto desastre. Además, con las medicinas que estaba tomando, me daba sueño bien tempranito y todo el día andaba como vaca babosa deambulando entre el sueño y la vigilia.

El fin de semana lo recuerdo un poco nebuloso y eso que no tomé una sola gota de alcohol, tampoco inhale una partícula de cigarrillo. El (hoy no)BeViernes tuvimos ensayo para montar las rolas nuevas de la semana, después del ensayo me fui a dormir al estacionamiento del bar ¡Que ñoñez tan inmunda!. Ese día llegó una niña llamada Jessica a celebrar su cumpleaños con sus amigos y algunas otras personas que hicieron una buena noche para todos. Ya para el sábado, podía abrir la boca lo mínimo para que no sonara tan de la gangosa mi interpretación chaquetera de rolas usadas; pero cuando se empeña el destino en joderte, le echa todas sus ganas. El sonido del sábado estuvo brutalmente horrible y bizarro. Al principio pensé que era mi cabeza aturdida de fármacos lo que me impedía encontrar un sonido decente; sin embargo Marco y Beto ratificaron mis sospechas. Aún así, en mi humilde opinión, sacamos la noche sin pena; pero tampoco con mucha gloria.

Hacía mucho tiempo que no me aventaba un fin de semana tan saludable y la verdad es que no estuvo tan mal. Pude leer un poco, escuchar radio de fin de semana, sacar unas rolitas de gusto personal y arreglar un poco el blog. Para ser honestos se me alargó mucho el tiempo y a veces hasta me sentía un poco ocioso.

Lo bueno empieza mañana porque gracias a mi malestar molar, me saqué una radiografía panorámica y parece que mañana me sacan las muelas del juicio. Ya les contaré y escribiré el diario de la recuperación. Seguramente tendré que estar en reposo y tendré algo de tiempo libre.

Cuídense hijos del coto rock, gracias por la terapia.
¡Ay cinco de mayo, ya te estoy extrañando!

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