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Bienvenidos al nuevo y recargado blog del Circo Beat. Aqui es el punto de partida para compartirles nuevas secciones que aun estan en construccion. Ande, piquele por donde quiera y sea usted un escucha feliz.



De cuando me quitaron las muelas del juicio; o de cuando el juicio se amuela ¿Se quita?

La tensión se apoderaba de mi ser desde la semana pasada, en la que me detectaron la necesidad de arrancarle cuatro muelas a mi mandíbula. Por algunas razones como: premura, tiempos, cobardía e impuntualidad no se realizó la acción conjurada desde andenantes. Yo mejor los llamaría señales o designios de vida...
El día que vivo y respiro hoy: 22 de febrero del 2006, sucedió lo inminente; lo evidente. Entre las 11:30 y las 12:30 hrs. hubo dos Doctores indagando en mis encías resquicios de muelas y removiéndolas con brutal cuidado.
Todo empezó a nuestra llegada al patíbulo, agradezco al Mirsha y a Gilda por acompañarme y estar conmigo durante la ejecución necesaria. El lugar a realizar la operación fue el Posgrado de Ortodoncia de la UNAM, donde a opinión de Gilda (en este caso la experta en el tema), me iban a operar rápido y eficiente porque los Doctores de esta unidad son Maxilofaciales. Me pasaron a un cuartito con una Doctora que me dijo que me iba a inyectar en una nalga; de repente en un sillón de dentista, me pidió que me acomodara lo mejor posible para perforar el tejido del glúteo. Obviamente la posición no era la más estética y espero que no se me haya visto de más porque era una Doctora joven, quién ligeramente se veía un poco apenada y divertida por el contorsionismo cómico de su paciente. En realidad no me dolió el piquete, además de que estábamos teniendo una small talk mientras me introducía la droga en el organismo; pero justo cuando le estaba diciendo que tenía mano suave porque no sentí la aguja, ¡Tómala!, mi siguiente parlamento fue: - ¡Ay no, no, no, espérate, ya me está doliendo y heavy!-, La joven Doctora sólo esbozó una sonrisa y me dijo: -es normal, es el medicamento-. Me dijeron que dicha inyección tenía el propósito de evitar una mayor inflamación post-operatoria.
Posteriormente me sentaron en el sillón, que por cierto dejé algo humedito de puro nervio, los Doctores: Fabiola y Jesús empezaron su labor, que parecía rutinaria porque platicaban despreocupados. Desde un principio la parte femenina del equipo operador de rizo-mueloso-molón, me infundó confianza; desde la primera vez que la ví. Por supuesto, todo esto no disminuyó la angustia que sentía por dentro, cual final de "Dancer in the dark" cuando Bjork está a punto de ser colgada, así me sentía yo.
Jesús me inyectó la anestesia, cuestión que constituía uno de los mayores temores de este poco valeroso narrador, no dolió, es más, casi ni lo sentí; pero de repente una sensación de tener una quijada enorme invadió mi cara. Estaban listos para empezar...
Fabiola me explicó la diferencia entre dolor y presión: "El dolor es identificable porque sientes como un pellizco, o varios; la presión es como si te pusiera mi mano así (mientras me aplastaba el hombro-pecho). Si sientes que te estamos lastimando o el dolor es muy fuerte sólo levanta tu mano izquierda y lo sabremos, por favor no pataleés, grites fuerte o manoteés porque utilizamos instrumentos que son delicados y te podrían lastimar". Dicho lo anterior, se avocaron a su tarea. Mucho ruido, mucha agua (o sangre) en mi boca, una especie de taladrito hurgaba mi encía, mientras con otros instrumentos sentía la presión que se ejercía en pos de mis dientes. Más tarde el sonido: ¡craaac!, ¡craaaac!, luego las pinzas quitando lo que mi dentadura no necesita. Yo en este momento opté por cerrar los ojos, aunque te cubren la cara, puedes identificar las siluetas de los instrumentos a través de la frazada, gracias a la iluminación natural del sol y la hora. Creánme que no es agradable verlos.
Con los ojos clausurados y pensando solamente en imágenes bonitas, ¡maldita sea mi mente que le hace falta esta clase de repertorio!, sentí un cosquilleo en el labio, abrí un ojo y me dí cuenta que estaban suturando la herida. ¿así de rápido?, chiiaale yo pensé que iba a durar semanas esta operación...
Repitieron el mismo procedimiento para los demás incómodos molares, siendo precisamente el último el más regejo para abandonar la nave del olvido bucal. El superior izquierdo se agarraba hasta con las uñas de mi encía, pude ver, por única vez, que mis jóvenes Galenos tuvieron que aplicar mayores conocimientos y técnicas para desalojarla. al final cedió y los amables operadores ganaron.
Cuando escuché la voz de: "Ya terminamos", me sentí liberado; pero raro por tener la boca abierta todo el tiempo, además de no sentir parte de ella. La operación fue rápida, eficaz y lo más importante: mucho menos dolorosa de lo que esperaba. Fabiola me dió todas las debidas recomendaciones, me medicó y ambos me proporcionaron sus teléfonos celulares por cualquier emergencia.
Por cierto, mi doctora sólo me cobró dos muelas con la consigna de intercambio de chelas en mi sacrosanto lugar de trabajo, así que tendré que cumplir eso en algún momento de mi vida. Sólo me queda agradecerles, Gilda, Mirsha, Fabiola y Jesús, su tiempo y dedicación para mi persona y recomendar ampliamente esta unidad clínica de trabajo, que te atiende excelentemente y a un buen precio; sólo gasté 250 pesitos por deshacerme de mis pesares. "Por mi raza hablará mi espíritu". ¡A hué chingao!
Ahora estoy bien, no sé si todavía tengo el efecto de la anestesia, siento de repente gran dolor en ciertas partes; sin embargo va y viene, hasta ahora es soportable. Ya hasta me pude embuchar unos bocaditos de carnita asada sin grasa, luego les cuento si todo sigue igual de bien o empeora...
La tensión se fue de vacaciones ya...

Ha hueseado: Rizo @ 8:53 p.m.,

7 Aquí los cuates:

At miércoles, febrero 22, 2006 10:26:00 p.m., Blogger Chalico Coverea:

Chiputo, cuando estés como Popeye nos dices. A mí me chingan la otra el sábado, a ver qué tal.

 
At miércoles, febrero 22, 2006 11:10:00 p.m., Anonymous Anónimo Coverea:

Hoy me acordaba de ti rizos!! qué chido que todo fue más sencillo de lo que pensabas!! Yo te invito una nieve de limón va? Hay un lugarcito donde está, como dice el tigre toño: GggRRRRRRiiiiquiiiisiiima!!!

A ti también una nieve Chalico

Un besito

 
At jueves, febrero 23, 2006 12:48:00 a.m., Blogger Guajazo Coverea:

eh yo quiero nieve Cinth... o para mi no hay?, por cierto que buen trabajo dental en la facultad de posgrado de odontologia

 
At jueves, febrero 23, 2006 2:55:00 a.m., Blogger Sabucles Coverea:

PUMAS!!!!!!!!!!!

GOYA GOYA!!!!

Ya vez Rizos, la UNAM es la UNAM, pesele a quien le pese.

Lo único bueno de esto, es que dejaste de tragar como cerdo un rato, e igual hasta adelgazas. Lo cual te urge.

Un saludo.

 
At jueves, febrero 23, 2006 11:47:00 a.m., Anonymous Anónimo Coverea:

para ti tambíén!!!!


abrazo

 
At jueves, febrero 23, 2006 1:50:00 p.m., Blogger Rizo Coverea:

Chalibán: hoy estoy un poco como el Quico; pero pasé una buena noche...Suerte man el sábado.
Cinth: Gracias Tomatiux, estaré listo pronto para ir por esa nieve, por ahora no puedo salir ni asolearme.
Mirsha: Ya no te pregunté si en lo que duró la operación no viste unas cuantas damiselas dignas de un hooolaaa, hooolaaa
Sabú: Yo también fui Puma, aunque fue por sólo 2 añitos, por eso también quiero a la mejor Uni de América Latina. Y creo que ya bajé tres kilitos...
Gracias a todos...

 
At jueves, febrero 23, 2006 2:07:00 p.m., Anonymous Anónimo Coverea:

QUE BUENO Q SE ACABO ESE MARTIRIO DE MUELAS, Y QUE BUENO Q NO FUE DOLOROSO COMO PENSABAMOS MUCHOS... RECUPERATE PRONTO MI QUERIDO HERMANITO.

NOS VEMOS EL PROXIMO SABADABA.

SALUDOS, BESOS Y ABRAZOS

 

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